INGREDIENTES
- 1200 g de cordero joven
- 150 g de manteca de cerdo
- 1 kg de patatas pequeñas nuevas
- 3 dientes de ajo grandes
- 1 vaso de vino rancio seco
- 2 copitas de whisky
- 1 cucharón de caldo
- 1 cebolla mediana
- 1 zanahoria también mediana
- 1 trozo de apio
- 2 tomates medianos y maduros
- 1 trozo de laurel
- Una ramita de tomillo y de orégano
- Pimienta molida y sal
ELABORACIÓN
- Pelar y cortar los ajos en forma de pequeñas mechas largas y mechar con ellos los trozos de cordero, haciéndoles primero con la punta de un cuchillo un pequeño corte y orificio, y, a continuación, sazonarlos con sal y un poco de pimienta; pelar la cebolla, la zanahoria y el apio y cortarlo a trozos; cortar también cada tomate en 4 trozos; mondar las patatas y lavarlas.
- Poner el cordero en una fuente de hornear o en una cazuela de barro, rodearlo con las hortalizas troceadas (cebolla, zanahoria, apio, tomates, laurel y tomillo), cubrirlo con la manteca derretida y meter en el horno a temperatura moderada.
- Durante su cocción se le va dando vuelta y rociando con su propia grasa y, al estar medio cocido, se le añade el vino y una parte del whisky; continuar la cocción hasta que esté bien asado y doradito superficialmente.
- Mientras se asa el cordero, blanquear las patatas y ponerlas a dorar en una sartén con manteca, lentamente, y tapando la sartén; volverlas de vez en cuando hasta que queden cocidas interiormente y doradas por fuera; escurrir parte de la grasa y espolvorearlas con perejil picado, reservándolas en sitio caliente hasta el momento de emplatar.
- Al estar asado el cordero, sacarlo de la fuente en que se ha asado y conservarlo envuelto en papel de aluminio.
- Poner la fuente de asar al fuego con las hortalizas y al empezar a chirriar la grasa, escurrirla totalmente y añadir el caldo caliente, hacer hervir 8 ó 10 minutos y pasarlo por el colador chino prensando las hortalizas.
- Llegado el momento de servir a la mesa, colocar el cordero en el centro de la fuente de servir caliente, rodearle con las patatas doraditas , rociar la carne con el resto del whisky caliente y prenderle fuego; presentarlo encendido en llamas; una vez apagadas éstas, servirlo, sin descuidar su jugo que se presentará en salsera al mismo tiempo así como la guarnición.