Magdalenas de chocolate con tela de araña
05/11/2015Scarytarta
05/11/2015INGREDIENTES
- ½ kilo de sangre de pollo, hervida, en bloque
- ½ kilo de higaditos de pollo
- 4 cebollas grandes, peladas, y finamente picadas
- 4 tomates, escaldados, pelados, y limpios de agua y semillas, cortados en concasse
- 4 dientes de ajo, finamente picaditos
- 4 huevos, bien frescos
- 1 – 2 hojas de laurel
- Azúcar
- Pimienta negra, recién molida
- Pimentón picante, o cayena, o ají, o chile rojo molido, al gusto
- Orégano, en hoja
- Canela, molida
- 2 – 3 cucharadas de garbanzos precocidos
- Salsa de tomate, previamente elaborada
- Vinagre balsámico de Módena
- Aceite de Oliva, Virgen Extra
- Sal marina
ELABORACIÓN DE LA TUMBA DE VLAD III «EL EMPALADOR» (PASTEL DE SANGRE HERVIDA, CON HIGADITOS DE POLLO ENCEBOLLADOS, A LA SALSA DE TOMATE)
- De los higaditos:
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- En primer lugar, separaremos los higaditos de los corazones, retirándoles venas y grasita que los rodean. Seguidamente, los pasamos por chorro de agua fría, y los lavamos.
- En una cazuela, provista de agua, ligeramente salina, y suficiente para cubrir holgadamente los higaditos de pollo, cuando rompa a hervir, procederemos a escaldarlos, entre siete, y ocho minutos.
- Después, los colaremos y dejaremos escurrir muy bien. El caldo formado al hervirlos, se puede reservar para realizar otras elaboraciones.
- De la sangre hervida de pollo:
- Cogeremos el bloque de sangre hervida y, con ayuda de cuchillo bien afilado, procederemos a dividirlo el daditos de, aproximadamente, entre dos, y tres centímetros de lado. Reservamos.
- Del sofrito:
- En una cazuela, provista de tapa, y suficientemente amplia, provista de un generoso chorrito de aceite, pondremos a caramelizar la cebolla, junto con los ajos, la hojita de laurel, y una pizca de sal.
- En cuanto que empiece a caramelizar y a hacerse transparente, añadimos el tomate, una cucharadita de azúcar, para eliminar la posible acidez, y pimienta negra, recién molida, al gusto. También, y al mismo tiempo, añadiremos pimentón picante, o pimienta de cayena molida, o ají, o chile rojo, al gusto.
- Del montaje:
- Cuando el agua que aporta el tomate se haya evaporado, añadimos los higaditos reservados. Removemos bien, ayudados de utensilio de madera, y dejamos sofreír unos cinco minutos, aproximadamente, momento en el cual añadiremos los daditos de sangre hervida, un par de cucharadas, o tres (si gusta mucho el sabor a morcilla), de orégano, media cucharadita de canela molida, y sal, al gusto.
- Dejaremos cocer, a fuego bajo, y tapada, hasta que tanto los higaditos, como los daditos de sangre queden muy blanditos. Añadimos entonces, dos, o tres cucharadas de garbanzos precocidos y, ya destapada la cazuela, dejamos reducir y evaporar los líquidos que se hayan podido evacuar en la cocción.
- Una vez que la textura global sea extremadamente tierna (prácticamente, tanto los higaditos, como la sangre, se deben de haber deshecho, retiramos y dejamos reposar y enfriar.
- También extraeremos entonces la, o las hojitas de laurel que se hayan dispuesto.
- Una vez haya perdido casi todo el calor, añadimos los huevos, batidos aparte, y removemos toda la mezcla, muy enérgicamente, hasta que la amalgama formada esté perfectamente repartida, y prácticamente deshecha (debe de quedar tipo paté de campaña).
- Ahora pasamos el resultado a un molde metálico, de tipo budinera o flanera, rectangular, y lo colocamos en otro recipiente u olla de mayor tamaño.
- Llenaremos de agua, hasta las ¾ partes de la altura del molde, y llevaremos al fuego, situado al máximo de potencia.
- En cuanto que el agua empiece a burbujear, bajaremos la llama al mínimo, y dejaremos cocer, lentamente, al baño de maría, hasta que al pinchar la masa, con ayuda de algún utensilio, punzante y fino, este salga limpio.
- Retiramos del fuego y dejamos enfriar. Seguidamente, y cuando ya pueda ser manipulable el molde, pasamos el filo de un cuchillo por las paredes interiores, y desmoldamos sobre bandeja auxiliar.
- Reservaremos en frigorífico, hasta que nos quede hecho un perfecto bloque.
- De la finalización del pastel:
- Una vez bien frío, con ayuda de un utensilio acanalador, procederemos a atravesar, longitudinalmente el bloque, por el centro, y hasta el final.
- Extraeremos, con mucho cuidado la masa central, y con un poco de la misma, taparemos uno de los orificios, dejándolo bien sellado, y por el otro, todavía abierto, inclinando un poco el pastel, lo rellenaremos de la salsa de tomate, previamente elaborada.
- Con otro poco de la masa extraída, sellaremos el orificio practicado, con ayuda de espátula de repostería, al uso, procurando que en ningún momento se note ninguna hendidura. Reservaremos en frío, hasta el momento de salir a la mesa.
- De la forma de servir:
- En el momento de servir, dispondremos el pastel sobre bandeja de servicio, provista de servilleta, o blonda, y de la forma más tétrica y sangrienta que la imaginación le dé, a cada uno, regaremos por encima, con un hilo de la misma salsa de tomate utilizada para rellenarlo, y acompañaremos, o guarnicionaremos de una buena y fresca ensalada, todo ello, muy ligeramente rociado con vinagre balsámico de Módena, que además de hacer exquisitas y combinar bien con ambas cosas, le dé un cierto aire de sangre ya oxidada al plato.
- Del maridaje:
- Combina bien con vinos tintos bien asentados, como pueden ser de las variedades de merlot, o cabernet sauvignon, servidos entre 14 y 18ºC.
- Y también cavas o champañas, de tipo brut, muy seco, servidos entre 7 y 8ºC.
Receta presentada al Concurso de Halloween 2015 del grupo de cocina de Facebook elbullirdeagus.com